En esta edición de tendencias para información de mercados, informaremos sobre como la inteligencia artificial puede ser un gran aliado del agricultor y permitirles sacar lo mejor de sus cultivos, conseguir que sean más eficientes y que gasten menos recursos.
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Como ya es costumbre en la sección de Tendencias, mencionaremos otra arista en donde la inteligencia artificial puede hacer varios cambios positivos que nos servirán a futuro, uno de estos siendo en el área de la agricultura.
La inteligencia artificial no solo sirve para crear ilustraciones o textos a partir de algunos comandos sencillos o para alimentar la creatividad de literatos y cineastas para la creación de historias. En este sentido, la IA y la agricultura llevan ya tiempo siendo aliadas, una unión que, en tiempos presentes marcados por el cambio climático y los conflictos bélicos, se hace más evidente y necesaria que nunca.
La agricultura, una de las industrias más antiguas, requiere un enfoque más inteligente y eficiente para poder cubrir las necesidades crecientes. Con las tecnologías de IA, es posible mejorar una amplia gama de tareas relacionadas con la agricultura: por ejemplo, producir cultivos más sanos utilizando la fórmula NDVI y rastreando los cambios en tiempo real, controlar las plagas y monitorizar el estado del suelo. Los análisis avanzados y las tecnologías de IdC ayudan a los agricultores a analizar datos en tiempo real como el clima, la temperatura, la humedad, etc.
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La IA y la agricultura de precisión
La inteligencia artificial pretende que las máquinas aprendan a pensar como lo haría un cerebro humano. Gracias a la recopilación masiva de datos, la inteligencia artificial puede convertir al sector primario en una actividad mucho más eficiente, optimizada y segura.
La aplicación de estas tecnologías en esta industria se hace cada vez más relevante cuando se considera que la población mundial está aumentando poco a poco todo el tiempo, y debido al aumento del nivel de la vida, la necesidad de productos agrícolas también está creciendo. Se espera que hasta el 2050 la producción agrícola tenga que duplicarse para satisfacer la demanda. Y no es posible reducir la producción de alimentos, ya que tendrá un efecto devastador en los países en desarrollo.
Las aplicaciones basadas en las tecnologías agrícolas cubren todo el ciclo agrícola, incluyendo la gestión de datos, la cartografía de los cultivos, así como la pulverización, la cosecha y la planificación, entre otras. Y con la IA ha sido posible la predicción y la reacción rápida ante situaciones agrícolas impredecibles. El análisis predictivo ayuda a mantener una producción agrícola eficiente y es uno de los casos de uso de la IA más extendidos en la agricultura.
En 2019, la IA ya generó un ingreso de 1091,9 millones de dólares en el mercado de la agricultura y se prevé que alcance los 3807,3 millones de dólares hasta el 2024. La región de Asia-Pacífico tiene la tasa de crecimiento más rápida debido a la gran disponibilidad de tierras cultivables, sin embargo, se espera que América del Norte genere los mayores ingresos durante el período de previsión.
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IA contra las Plagas
Otro plan actual de agricultura de precisión es el denominado Proyecto SENSOPLAG, destinado a combatir las plagas que afectan al cultivo de los cítricos valencianos. Este proyecto busca producir un sistema de control que consiga reducir este tipo de plagas, un sistema integrado por herramientas digitales que logren la detección temprana, el monitoreo continuo de la plaga y por consiguiente poder llegar a prevenirla.
En este proyecto vamos a ver muy claramente cómo puede ayudar la inteligencia artificial al sector agrícola. AINIA, una de las organizaciones que participan en el proyecto y expertos en innovación sostenible, recopila y analiza las imágenes de satélite y las captadas por cámaras integradas en drones para estudiar la detección de las plagas y cómo afectan a los cítricos durante las distintas épocas del año. Luego, se integran todas estas herramientas y datos obtenidos en una sola plataforma, una aplicación que podrán consultar luego los profesionales del campo para resolver sus dudas, ayudarles a elegir el mejor tratamiento posible y cuándo aplicarlos para lograr la máxima eficacia.
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Aplicación de la Inteligencia Artificial en tiempos de sequía
Según indica el último informe de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), desde el 1 de octubre de 2022 hasta el 18 de julio de 2023, el valor acumulado de las lluvias fue de 480 litros por metro cuadrado, un 15 % menos de lo que se esperaba, teniendo en cuenta los datos del mismo período entre 1991 y 2020.
La empresa almeriense Ikos Tech ofrece herramientas para automatizar el riego a través de un algoritmo de inteligencia artificial. Su producto estrella se llama Ikoscontroller, un dispositivo al que se conectan hasta 10 sensores, entre los que destacan los tensiómetros de alta precisión, que calibran cómo se encuentra el suelo y qué agua necesitan las plantas, así como otros sensores que analizan la humedad o la temperatura ambiente.
Todo este grupo de sensores, conectados al centro Ikoscontroller (que se alimenta de energía solar) envía la información recogida a la nube, a una app desarrollada por Ikos llamada Raindrop. Esta herramienta de inteligencia artificial indica cuánta agua exactamente necesita un cultivo determinado y cuándo la precisa. Posteriormente, todos los datos van al Ikosconnect, unido a una máquina de riego. El agricultor solo tendrá que ajustar el riego según las recomendaciones del algoritmo y el proceso se realizará de manera automática.
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IA y robots en la agricultura
Por último, mencionaremos la aplicación de máquinas especializadas para ciertos trabajos relacionados con la agricultura y como estos puede facilitar las tareas tan difíciles que están asociadas a esta industria, como es típicamente conocida.
Las empresas como John Deere, que utilizan la IA y el aprendizaje automático en sus equipos, están ayudando a los agricultores a tener más éxito en sus cosechas y reducir el impacto en la tierra y el medio ambiente. La IA permite identificar y alcanzar una velocidad que supera la capacidad humana y gracias a la automatización las acciones agrícolas pueden ser consistentes y precisas a gran escala.
Eventos como el Covid-19 han provocado que estas tecnologías tengas que aparecer en el panorama de una forma aún más tempranera y, teniendo en cuenta que los ingresos agrícolas cayeron un 12% en 2021 y debido a que los costos seguirán aumentando, es primordial su implementación. Esto permitirá la optimización y la reducción de costes, son primordiales para la recuperación de la industria agrícola después de la pandemia y también ayudarán a resolver el problema financiero y apoyar la sostenibilidad.
El único problema que se puede presentar en este caso es la posible reducción del personal que está asociado al trabajo agrícola, pero pueden aumentar los que estén relacionados con la ciencia de manejo de estas nuevas tecnologías. Por este motivo, siempre se tiene que considerar su implementación progresiva, que permita la formación de los empleados o una solución alterna.
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