El Organismo encargado de la Compra Pública, a través de su plataforma de datos abiertos, proporcionó este escalofriante número, será que aún estamos en pandemia o existe otra explicación.
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Estimados lectores, esperando que el término del cuatrimestre, que demuestra que estamos avanzando a pasos agigantados este 2023, se hayan cumplido todas sus expectativas, porque este año será un año lleno de sorpresas en la compra pública, de las cuales en términos globales estaré opinando.
En primer lugar, quiero referirme a los distintos procedimientos de compra, sobre los cuales el Estado en su conjunto realiza las compras, y en un estudio de la Consultora CGCE, basado en la plataforma de Datos Abiertos, mostró que el primer trimestre, el Trato Directo representó el 34,2 % de la compra pública.
Según lo anterior, esto quiere decir que el Estado, a través de su Organismo Encargado de la Compra Pública, quien entrega los lineamientos y herramientas para que los compradores públicos, puedan llevar a cabo sus procesos a través de la plataforma mercado público, está prefiriendo este tipo de procesos (Tratos directos).
Esto significa, que la compra pública está cada vez más lejos de ser competitiva, y está en una tendencia a concentrarse, debido a que este procedimiento, Trato Directo, solo es un procedimiento especial, y debe ser utilizado cuando existan causales justificadas.
Durante los últimos años, se consultaba la razón del porqué el Trato Directo es preferido por los organismos públicos, y la explicación que lo justificaban, era que es producto de la pandemia; sin embargo, este argumento se cae solo, porque actualmente ya no existe esta causal, por lo tanto, la teoría que toma más fuerza del porqué se estaba produciendo esto, es que los Convenios Marcos, otro procedimiento establecido en la Ley, había sufrido un drástico cambio, ya sea eliminando convenios, como modificando su forma de licitarlos, reduciendo el número de proveedores adjudicados, reduciendo la paleta de productos, separando el país en Macro zonas, entre otras.
Mi opinión, independiente de la forma en la cual se realizaron los estudios por parte de organismo encargado de la compra pública, para eliminar algunos convenios, no es la correcta porque una de las razones de los Convenios Marcos, para lo que fueron creados, es el ahorro en la Gestión, cosa que he venido planteando hace bastante tiempo, y no solo focalizarse en el ahorro en el precio.
Lo anterior implica, que cuando un organismo quiere hacer una compra, y no encuentra un convenio o unos productos o servicios, dentro del mismo, tiene la opción de realizar una licitación pública, lo que implica mayor tiempo, en la preparación de las bases y los TDR, como además la etapa de evaluación y adjudicación y todo este tiempo perdido, lo podía ahorrar, comprando directamente por el convenio, en la medida que estuvieran los productos o servicios disponibles y de esta forma se podía atender en un menor tiempo las necesidades de abastecimiento del organismo que requería comprar.
Por la razón anterior, la entidad pública, que requiere atender una necesidad de abastecimiento en forma rápida, la única opción que tiene, es el trato directo, debido a que los otros procedimientos, carecen de la característica principal, que es el “ahorro en el tiempo”, por eso cuando el organismo encargado de la compra pública, levanta una licitación llamada Bases Tipo, pretendía mitigar la ausencia de los convenios marco, pero lamentablemente el tiempo y los números están indicando otra cosa, que este modelo de compra, no es útil para la entidad que necesita resolver sus problemas de abastecimiento, en forma rápida.
Espero que las autoridades y la modificación a la futura ley de compras, puedan visualizar la problemática, en la cual se está enfrentando actualmente la compra pública, con una excesiva concentración, y falta de competitividad.
Ver gráfico:
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Escrito por Carlos Campos Parra, Gerente General de CGCE.