El organismo encargado de la compra pública informa en su página web, los números que permiten visualizar como los compradores públicos utilizan los distintos procedimientos de compra establecidos en la Ley de compras públicas, entre el mes de enero a octubre del presente año.
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Estimados lectores, esperando que se encuentren bien, ya estamos terminando el año con una serie de eventos en la plataforma de mercado público, bien conocidos por ustedes en el mes de septiembre, pero poco a poco hemos visto como el sistema de compras publico chileno, ha comenzado a estabilizarse y de esta forma poder realizar los procesos de compra, a través del mismo, entregando cifras que nos permiten analizar su comportamiento.
En esta columna de opinión, me referiré a la forma en la cual los compradores públicos utilizan los distintos procedimientos de compra y sus modalidades que a la fecha están implementadas, generando una preocupación por el excesivo uso de los Tratos Directos, que es un procedimiento donde no existe competencia y no se puede medir el ahorro que genera al estado en cuanto a precios, pero al menos ahorro en la gestión del organismo público que lo utiliza.
Muchas veces, en mis columnas de opinión, comente que esto podría estar ocurriendo, a partir del año 2018, cuando el organismo encargado de la compra pública comenzó a eliminar una serie de convenios marco, generando un aumento en el número de licitaciones que los organismos públicos utilizan, muchas veces para comprar el mismo bien o servicio, generando una carga adicional de trabajo, que los convenios marcos ahorraban en la gestión de compras, pero el organismo los atribuía a la pandemia y que no existía una correlación directa, entre el trato directo y los convenios marco. Pues bien, ya han pasado los años y aún persiste en la compra pública el Trato Directo, con un alto porcentaje en su utilización.
De acuerdo con lo anterior, si uno analiza la siguiente gráfica, donde la nomenclatura: (AG) compra ágil, (CC) compra coordinada, (CM) convenio marco, (LPRIV) licitación privada, (LPUB) licitación pública y (TD) trato directo, donde la compra ágil (AG) es un trato directo, estamos hablando de una compra pública cercana al tercio (30%), del universo total.
Si adicionalmente realizamos el análisis respecto a la cantidad de transacciones que genera la compra ágil, que representa a la fecha de este informe un 36,79%, casi al mismo nivel de las licitaciones (38,23%), podemos concluir que esta herramienta de compra, que aún no está establecida como procedimiento en la actual ley, lo único que genera es más burocracia y altos costos en gestión, ya sea para los proveedores como para los compradores y no refleja si realmente existe ahorro en el precio.
Finalmente, este mercado que ha logrado transparentar la forma de comprar del estado chileno, permite realizar este tipo de análisis que comparto con ustedes, para que tengan una mirada de cómo se enfrenta, para que puedan focalizar sus esfuerzos y aprovechar esta forma de comprar y no caer en la desesperación cuando no pueden comercializar sus productos o servicios, sin tener un análisis previo de su industria, localización y tamaño de las empresas que utilizan este mercado (competencia).
Creado por Carlos Campos Parra, Gerente General de CGCE