“Los pilares fundamentales de una democratización en la Compra Pública son: Mayores Oportunidades, Equilibrio en el Poder y Buenas Prácticas“
Estimados lectores(as), esperando que las fiestas de finales de año estuvieran a la altura de lo esperado por cada uno de ustedes, y obviamente considerando que estamos aún en pandemia, no puedo dejar de saludarlos y esperar que este año 2021, que se viene lleno de cambios tanto en el ámbito político, económico, constitucional, y por supuesto también en la compra pública. En este sentido es especialmente necesario considerar los anuncios de envío del proyecto de ley, que buscan profundizar los cambios que ya han estado experimentando, y que, a la luz de los números, como decía un antiguo amigo “el agua no está llegando a todos los molinos”.
Lo anterior me mueve a que este año realizaré algunos ajustes a mi columna de opinión, en la cual, aparte de contarles lo que está realizando el organismo encargado de la compra pública, ya sea para bien o para mal, porque en realidad algunos están felices, “los menos” y otros no muy contentos, “la mayoría”. Planteare mi visión de cómo considero debería avanzar la compra pública, basado en mi experiencia tanto como realizador de licitaciones (comprador), y como asesor, consultor, por lo cual la vida me ha permitido visibilizar las dos caras de la moneda, ya sea a nivel nacional como internacional.
Quiero precisar esto, porque lo que desarrollaré durante este año 2021, se basa en la mirada operativa, es decir trabajo en terreno de más de 18 años y no intelectual, este último, solo los he utilizado como referencia, en la compra pública, ya sea en Chile como en Latino américa, porque en realidad todos los países tienen más o menos la misma problemática, basados en Leyes que definen las distintas modalidades de compra, las asignaciones presupuestarias y las diferentes herramientas de e-procurement que hoy en día utilizan (plataformas electrónicas de compra).
El ánimo es aportar, con un enfoque que permita acercar posiciones, de aquellos que plantean que la compra publica, solo debe utilizar los recursos públicos con un fuerte enfoque en el precio, “mal llamado ahorro”, como otros que el enfoque debe estar en la gestión, cualquiera de los dos enfoques, debe tener como resultado, que cuando un ciudadano requiera de un organismo público, éste pueda ser atendido en forma eficiente, y llevarse la sensación que el Estado está al servicio de él y que sus recursos recaudados por el Estado, están siendo bien invertidos.
En resumen, los tres pilares fundamentales que denomino “Democratización en la Compra Pública” son:
Mayores Oportunidades; para comprender de mejor forma este concepto, debemos entender que la compra pública se segmenta en diferentes industrias, que pueden ofrecer los bienes y servicios que esta requiere, por ende el objetivo final es aumentar la competencia, para ello se deben definir reglas claras, que no se presten a interpretaciones, es decir objetivar claramente la elección de uno o más oferentes, para que no exista duda, y adicionalmente determinar el plazo en la cual una empresa estará a cargo de un contrato, y que luego de un periodo de tiempo vuelva competir.
Equilibrio en el Poder; Este concepto en la compra pública es muy importante, debido que define el marco regulatorio, donde los distintos actores deben desenvolverse, porque existe una institucionalidad en donde se pueda reclamar, y esto debe ser externo al que realiza el procedimiento de compra, así como actualmente existe la Contraloría General de la República y El Tribunal de Compras, debe quedar claro que estas instituciones deben resolver los actos reclamados en forma oportuna y no tardía, para generar el efecto esperado, esto es, terminar un contrato o sancionar por las responsabilidades administrativas que no se cumplieron.
Buenas Prácticas; este concepto lo he resumido para incorporar lo que ustedes conocen hoy en día como, probidad y transparencia. Es decir, la compra pública debe garantizar que todos sus procesos de compra estén en línea con estos conceptos, porque de esta forma la ciudadanía puede tener un rol importante dentro de los pesos y contrapesos, que pueden permitir realizar una denuncia, con información pública y objetiva, a las instituciones correspondientes, que están llamadas a recoger y resolver eficientemente. Además, debe existir Simetría en la información, es decir ya sea compradores, proveedores y ciudadanía, debe tener la misma información para que todos estén alineados, con lo que realiza el Estado.
Lo planteado anteriormente, será la base sobre la cual realizare mis comentarios, con ejemplos prácticos en las próximas ediciones, de cómo el actual sistema se aleja de los conceptos anteriores, como además la poca información que ha sido publica, sobre el contenido del nuevo proyecto de ley.
Dejo abierta esta columna de opinión, para recibir comentarios que apunten a generar un documento, que pueda ser entregado a alguna autoridad que realmente se interese sobre este tema, Compra Pública, y colocarla en el rol que se merece, y no solo cuando los medios de prensa denuncian algún hecho, sobre el mal uso de los recursos públicos. Mi correo es campos@browse.cgce.cl
Ahora bien, en relación a lo último realizado por el organismo encargado de la compra publica, sobre el nuevo convenio marco de licencias de ofimática, vuelvo a insistir, que realmente al mercado le costó entender que éste fue realizado, bajo el concepto de licencias estándar para todo el Estado, es decir Microsoft Office 365, G suite, o alguna otra licencia que aplique bajo los conceptos técnicos solicitados, sin embargo, en relación al resto de las licencias que se comercializaban en el actual convenio marco de Hardware y Software, no existe claridad sobre una nueva licitación de convenio marco, sino más bien a que se comercializaran bajo las nuevas herramientas desarrolladas, ya sea “compra ágil”, bases tipo o licitaciones, que es la tendencia.
En cuanto a este procedimiento licitatorio denominado convenio marco, las bases establecen que se adjudicaran en la categoría de licencias, a un solo proveedor por gama, y en la categoría servicios a 5 proveedores. Por lo tanto, dependiendo de cómo la industria entienda esta licitación, el resultado puede ser muy incierto. Ver https://www.mercadopublico.cl/Procurement/Modules/RFB/DetailsAcquisition.aspx?qs=vFPoRpV96Ugk7xxrV7hnqg==
Finalmente resaltar que el nuevo modelo de convenios marcos, que como ustedes ya saben no admite subida de productos por parte del oferente, pero adicionalmente existe una cláusula donde el organismo encargado de este tipo de licitaciones, puede realizar análisis de mercado, para la revisión de los precios dentro del catálogo, facultándolo a bloquear los productos que estén fuera de una banda de precios que la definen cada cierto tiempo y el oferente o baja precios o se deshabilita del convenio.
Este tipo de acciones, que si bien es cierto están dentro de las facultades de este organismo, resulta un poco abusivo su aplicación toda vez, que no se transparentan los estudios, sobre todo que no se encuentra definido el mercado con el cual los oferentes al momento de postular a los llamados “convenios marco”, serán comparados, como además durante la ejecución del contrato. Si esto fuese claro desde el principio, estamos hablando de TRANSPARENCIA en la compra pública, sobre todo de un organismo que debe actuar con el ejemplo.
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